La intensa ola de calor que provocó temperaturas de más de 40 °C en algunos países de Europa occidental, habría sido “extremadamente improbable” sin la ayuda del cambio climático auspiciado por la actividad humana, según científicos europeos.
“Este estudio debería ser una advertencia de lo que vendrá”. Estas fueron las palabras del científico Robert Vautard, autor principal del informe que evidenció que la ola de calor de finales de julio “fue tan extrema sobre Europa occidental que las temperaturas observadas habrían sido remotamente improbables sin el cambio climático”.
Según esta investigación, en los países del viejo continente donde millones se sofocaron por la ola de calor, las temperaturas habrían sido de 1.5 a 3 grados celsius más bajas, en un mundo sin el calentamiento global inducido por el hombre. Pero el panorama fue otro.
Durante esta corta pero intensa ola de calor se registraron temperaturas que antes no estaban en los cálculos: Francia y Alemania alcanzaron los 42.6 °C, en el norte de Bélgica se llegó a los 41,8 °C y en el sur de Países Bajos hasta 40 °C soportaron los neerlandeses este verano. En Reino Unido, Cambridge vio jornadas de hasta 38 °C.
El cambio climático también está haciendo que ese calor extremo sea más frecuente. Los científicos dijeron que las temperaturas récord registradas por lo menos en Francia y Países Bajos podrían multiplicarse hasta ocurrir repetidamente cada 50 a 150 años.
“Las olas de calor no te dejarán ir, se adaptarán. Con un grado de calentamiento global actual, las temperaturas más extremas, como las de julio, han aumentado de 1.5 a 3 °C con actividades humanas”, dijo Vautard en su cuenta de Twitter.
Si el hombre sigue alterando el clima, las temperaturas extremas serán cada vez más frecuentes
Los expertos calcularon las probabilidades de que este tipo de calor ocurriera en la actualidad y con qué frecuencia hubiera sucedido en un mundo sin calentamiento global provocado por el hombre, y los compararon. Crearon las simulaciones usando ocho conjuntos diferentes de modelos informáticos complejos. Este método cienfífico fue probado en 2016 por la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU., que lo declaró válido.
Después de este proceso, evidenciaron que sin la “influencia humana en el clima”, estas elevadas temperaturas tendrían lugar probablemente menos de una vez en 1,000 años. Pero Vautard, que elaboró el estudio junto a científicos de Francia, Países Bajos, Reino Unido, Suiza y Alemania, señaló que Europa deberá acostumbrarse a esas olas de calor, que probablemente se volverán habituales y de mayor intensidad.
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